¿Cómo superar la procastinación? 5 claves y consejos para vencerla

¿Estás cansado o cansada de ver cómo intentas hacer algo pero no lo consigues?, ¿Te quedas atrapado en una rutina y no eres capaz de acabarla? Descubre estas 5 claves sobre cómo superar la procastinación y así resolver tu problema de pereza de una forma definitiva y eficaz.
Superar la procastinación es posible
Llámalo pereza, ser vago, procastinación, holgazanería o cómo quieras, pero lo cierto es que la idea de no hacer nada cuando hay que hacer las cosas puede ser considerado un signo de debilidad o de evasión.
En cualquier caso, la procastinación no es un rasgo o característica deseable y por ello te indicamos estos 5 consejos para que le pongas remedio cuanto antes.
La RAE define la pereza de la siguiente forma:
Negligencia , tedio o descuido en las cosas a que estamos obligados . 2. f. Flojedad , descuido o tardanza en las acciones o movimientos
1. Distingue entre pereza, aburrimiento y un día difícil
Lo primero que tenemos que distinguir es entre descuido y tardanza en hacer las cosas.
Puede que las posterguemos por varios motivos, por ejemplo, a veces la pereza ocurre cuando no quieres enfrentarte a algo, puede ser una tarea aburrida, tomar una decisión difícil o un enfrentamiento con alguien.
En otras ocasiones puede ser porque te sientes abrumado y piensas que para hacer una tarea es necesario mucha gente y no puedas hacerla tú solo. Estás equivocado.
Y luego están esos momentos en los que realmente no puedes ser molestado. Por ejemplo, has tenido un día terrible y necesitas un día de descanso.
Esto último es bastante normal y le pasa a todo el mundo, y no sólo en estos tiempos difíciles de cuarentena y coronavirus, en nuestra vida normal también.
Por ello, tomar un día de descanso de vez en cuando no sólo está bien, sino que es muy necesario. Pero hay que distinguir claramente entre cuando tenemos un día difícil a cuando no queremos hacer una cosa porque sea aburrida.
Piensa lo siguiente:
nadie es capaz de mantener una perfección continua en el tiempo.
Es algo que le ocurre a todo el mundo, no sólo a la gente normal y corriente, también los mejores deportistas y profesionales necesitan desconectar de vez en cuando. Es decir, si retrasas las cosas hasta un punto de no retorno es cuando vienen los problemas.
Está bien tomarse un descanso de vez en cuando, pero ten en cuenta el siguiente apartado:
2. Descansar es normal, hacerlo mucho no tanto
Y dirás, ¿y esto qué tiene que ver con la procastinación o con la pereza? Pues si te das cuenta de que te tomas días vagos la mayoría de las veces, y tienes problemas para hacer las cosas, puede ser una señal de que algo está pasando.
La lista de razones es interminable: desde la falta de pasión por su trabajo, a una lista enorme de cosas pendientes por hacer o incluso una causa médica subyacente son sólo algunas de las cosas que pueden hacer que no acabemos las cosas y seamos unos vagos.
Sigue leyendo y te contamos 5 consejos sobre cómo detener la pereza para que puedas ser más productivo y feliz.
La procastinación es más común de lo que piensas
La procastinación es un problema más grande de lo que nos imaginamos. La pereza y ser vago afecta a mucha gente sin importar sus intereses o profesión, su calidad de vida y edad.
De hecho, dicen que uno de los mayores defectos de las generaciones más jóvenes como son los millenials y los centenials es que son unos vagos y unos perezosos.
Si bien es posible que muchos de ellos estén en casa y parece que no tienen interés en buscar trabajo o hacer las cosas esto no es del todo cierto, existen otros motivos, que no saben cómo superar la procastinación o bien que no tienen una razón para conseguirlo.
Este último aspecto es clave.
3. ¿Cómo superar la procastinación? Primero, ten un motivo
Quizás la falta de un motivo sea uno de los factores más importantes a la hora de vencer la pereza. Por ello, lo primero de todo es intentar tener un objetivo, una razón para dejar de serlo.
Si ya tienes una razón enhorabuena, ya tienes parte del camino recorrido.
Por el contrario, sino sabes cómo encontrar un motivo debes buscarlo, para ello te dejamos unas claves en este artículo titulado «¿Cómo puedo cambiar mi vida a mejor? 10 consejos para conseguirlo«.
4. Mejora la productividad y céntrate en lo importante
Lo curioso de todo es que a nadie le gusta ser perezoso y mucho menos que lo llamen vago. Hacemos todo tipo de cosas que parecen productivas, pero que no valen nada en el mejor de los casos e incluso pueden llegar a ser contraproducentes.
Piensa en las cosas más comunes que quieres cambiar. Para la mayoría de la gente son acciones como mejorar sus relaciones profesionales, con la familia, tener más dinero y buena salud.
Después hay otras más específicas como «quiero viajar más», «quiero trabajar menos», «quiero dejar de fumar o adelgazar». Debes saber que conseguir y cambiar es posible, pero pocos lo consiguen sino recurren a herramientas, tienen un plan y se centran en lo positivo.
Esto es parecido a los propósitos de fin de año. Todo el mundo empieza, pero un pequeño porcentaje los consigue al acabar el año. Si te fijas bien tener propósitos está muy bien, pero necesitas acciones y un plan para conseguirlo.
Para ello, debes vaciar tu mente de lo secundario y centrarte en lo importante. Si quieres dejar de fumar debes ir poco a poco, en vez de 10 cigarrillos al día intenta fumar 8, si quieres adelgazar no pretendas hacerlo de golpe.
Vete kilo a kilo, acción a acción. Piensa que:
Las victorias rápidas y pequeñas producen un impulso masivo para el cambio de comportamiento.
5. Consigue comportamientos eficientes
A mayores de los cuatro consejos anteriores hay una serie de acciones que nos ayudarán a vencer esta cualidad tan poco deseable.
Por ello, sigue y aplica estos comportamientos que te ayudarán a vencer la pereza.
- La pereza no es tu enemigo, la perfección lo es.
Hacer algo significa arriesgarse a fracasar en ello.
¿Eres un perfeccionista? Probablemente, la perfección es una barrera que nos limita a la hora de hacer las cosas. Por ello, la gente que quiere hacer todo y bien se bloquea por la cantidad de cosas y tareas que les queda por delante.
Este es el principal motivo que les impide empezar por tachar cosas de la lista de cosas pendientes. A veces ese riesgo parece ser tan grande que cualquier tipo de tarea significativa y productiva que podamos hacer parece no valer la pena.
¿Por qué arriesgarse a fracasar, cuando en vez de eso se puede hacer otra cosa? Por supuesto, en el fondo de tu mente sabes que esa elección de no hacer las cosas aunque no sean perfectas es el motivo de pereza.
Es decir, el fracaso y el sentimiento de que eres un miserable. Cambia el patrón de pensamiento. Para ello, tienes que repensar las cosas de una manera diferente.
Primero, tienes que darte permiso para fallar, permiso para ser menos que perfecto a veces. Fallar en algo, cometer errores, abre una gran oportunidad para aprender algo nuevo.
Cambia el «debería» por «sí, debería»
Cada vez que dices «debería» – «Sí, realmente debería hacer X» o «Sólo deberían hacer Y» – ya has perdido.
Automatiza los hábitos
La automatización es más poderosa de lo que casi nadie puede imaginar. Todos nos acostumbramos a lo bueno y lo malo. El problema es lo malo. Para ello, debes conseguir priorizar automatizar pequeñas acciones sobre tus hábitos más destructivos.
La perfección es uno de ellos. Empieza a planificar tus acciones y a dividirlas en acciones más pequeñas y a partir de ahí automatiza las que puedas.
Cumple tu palabra y pide ayuda para conseguirlo
No se trata tanto de ser productivo, se trata de cumplir con tu palabra.
Tienes que reconocer que la pereza y la postergación son destructivas para tu palabra.
Cuando asumes una tarea le haces una promesa a alguien (tal vez sólo a ti mismo, pero a alguien) de que completarás esa tarea.
Postergar cualquier acción o decisión te resta la integridad y cumplir con tu palabra en el asunto. Esto además de que es algo que está mal, mina tu confianza. Por ello, tu palabra tiene que ser lo que te haga seguir adelante.
Honrar esa palabra tiene que convertirse en tu motivación principal
Lo más importante, es que tienes que reconocer que honrar tu palabra para ti mismo es absolutamente fundamental para superar la pereza.
Es fácil mantener las promesas a los demás, a nadie le gusta decepcionar a nadie. Pero, ¿y qué pasa cuando te decepcionas a ti mismo?, ¿A qué es mucho más difícil mantener tu palabra contigo mismo? Pues ahí tienes la clave.
Tú eres tan importante como el resto, por ello, te mereces tanto ese respeto como el de los demás, ¿cómo?, fácil, pide ayuda.
¿Cómo superar la procastinación? Consigue que otros te hagan responsable, da igual quién si un amigo, pareja o familia, este compañero de responsabilidad te ayudará al avisarte si empiezas a reincidir con la pereza.
Tener un apoyo extra como que un amigo, tu madre o pareja te avise y te patee el trasero por no hacer las cosas seguro que conseguirá que las apures. Si un compañero de responsabilidad no funciona usa varios o todos a la vez.
Y es que cuando necesitas motivación para tomar una acción, esa ayuda extra de tus seres queridos te ayudará a hacerte responsable de esa acción que no estás haciendo. Recuerda, sigue adelante y honra tu palabra cuando te comprometas a hacer algo.
Cómo superar la procastinación, créetelo y usa la técnica Pomodoro
Las tácticas no son suficientes. La mayoría de nosotros tenemos barreras paralizantes y guiones invisibles que «filtran» hasta las tácticas más sofisticadas. (Por ejemplo, podría darte los mejores consejos para ganar más dinero jamás creados, pero si no crees que mereces dinero, nada importa – ni siquiera procesarás los consejos).
Encuentra una combinación de buenas metas y el uso de trucos como la técnica Pomodoro. Es un método que funciona de maravilla para ayudarte a hacer las cosas y seguir adelante.
Esperamos que estos trucos y consejos sobre cómo superar la procastinación te ayuden a conseguirlo.
En todo caso, piensa que es posible, sólo necesitas cambiar tu perspectiva y la forma de hacer las cosas. ¡Recuerda, poco a poco y no de golpe!
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