Viktor Barna o Gyözö Braun: el mejor jugador de la historia del tenis de mesa

Viktor Győző Barna o lo que es lo mismo Viktor Barna, nació en Budapest el 24 de agosto de 1911, fue un campeón húngaro y británico de tenis de mesa, y está ampliamente considerado por la mayoría de expertos y profesionales como el mejor jugador de la historia de este deporte.
El motivo es fácil: a lo largo de su carrera Barna ganó la impresionante cifra de 41 medallas, 5 veces el título de campeón del mundo en solitario y 8 veces en dobles, títulos más que suficientes para entrar en la historia del deporte.
Gracias a los logros y títulos consiguió que el tenis de mesa o ping pong fuese tan popular y se le reconoce como la 1º «superestrella» de este deporte.
Además, sus logros también incluyen 5 títulos del Open de Inglaterra. Incluso hoy, casi medio siglo después de su muerte, Barna sigue siendo el jugador de tenis de mesa más condecorado del mundo.
A continuación, te contamos su historia y los obstáculos que tuvo que vencer a lo largo de su vida deporiva.
Biografía de Viktor Barna y ascenso a la fama
El nombre original de Barna era Győző Braun, pero, debido a la ola de antisemitismo existente en Hungría en aquella época, tuvo que cambiar su nombre otro que pareciese o sonase como húngaro.
Desde su infancia estuvo rodeado por un ambiente deportivo fue plusmarquista de halterofilia. Ya en la adolescencia, Barna se convirtió en miembro del equipo húngaro para los Campeonatos Internacionales de Tenis de Mesa y consiguió salvar su copa de oro del equipo alemán en 1933.
Rápidamente saltó a la fama, gracias en parte a sus 5 títulos mundiales conseguidos en 1930, 32, 33, 34, 35. Apenas dos meses después de ganar su último y 5º mundial en Wembley tuvo un accidente de coche en Francia.

Victor Barna estrecha la mano del subcampeón Szabados al ganar la final mundial individual de tenis de mesa por 5º año consecutivo en Wembley
En el accidente rompió el brazo con el que jugaba, era diestro, y le colocaron 4 tornillos y una placa de titanio. Lo operaron varias veces y recuperó la forma física, pero su nivel de juego nunca igual.
O al menos no tuvo la brillantez de antes.
El mismo reconocía lo siguiente «perdí una parte de mi juego que nunca volví a recuperar»
Siguió compitiendo y rindiendo a gran nivel, de hecho, ganó el Open de Wembley en 37 y 38 y se proclamó Campeón del Mundo de Dobles en 1939 junto a su compatriota Anna Sipos.
No obstante, llegó la Segunda Guerra Mundial en 1939 por lo que tuvo que parar deportivamente hablando al entrar Hungría en el conflicto. Se enlistó en el ejército británico donde sirivió como paracaidista en Yugoslavia. Al igual que otros deportistas referentes de su época como Jean Borotra también luchó contra los nazis.
Entre 1929 y 1954 ganó nada menos que 40 medallas en los Campeonatos del Mundo, 5 de ellas en la categoría individual masculina. No sabemos qué hubiera conseguido de no haber sucedido la 2º Guerra Mundial.
Cuando los británicos se retiraron de Yugoslavia, Barna permaneció en Inglaterra. Al acabar la guerra se instaló con su esposa en la capital de Reino Unido y obtuvó la ciudadanía británica en 1952.
Su carrera en Reino Unido y su consiguiente retirada
Sabiendo que ya no podía seguir compitiendo en Hungría, Barna emigró a Gran Bretaña después de la guerra y procedió a fichar como jugador profesional. Durante su etapa como profesional en Gran Bretaña, Barna ganó cinco veces el Campeonato del Mundo, así como veinte títulos del Open de Inglaterra.
A principios de la década de 1960, Barna era considerado el mejor jugador de tenis de mesa del mundo y un indiscutible favorito de los aficionados.
Forzado por la enfermedad, Barna acabó retirándose a finales de los 60 y poco después decidió volver a Hungría para pasar el resto de su vida rodeado de su familia y amigos.
Legado de Viktor Barna
A lo largo de su carrera, Viktor Barna consiguió no sólo convertirse en el jugador de tenis de mesa más condecorado del mundo, sino también elevar la estatura del deporte en su conjunto.
Tras su retirada, los Campeonatos Mundiales de Tenis de Mesa crearon la Copa Barna en su honor, un torneo diseñado para acoger a competidores de todos los niveles y edades.
En 1962 publicó el libro «Table Tennis Today» traducido como Tenis de mesa hoy. En 1957 hizo lo mismo con su obra «How to win at Table Tennis» o Cómo ganar al tenis de mesa.
Además, debido al éxito de su carrera y al fuerte estilo ofensivo de juego que se le atribuía, hoy en día, cada vez que se enfrentan dos jugadores internacionales de tenis de mesa, los telespectadores de todo el mundo utilizan su apodo «Flipper», en señal de gran respeto.
Una vez consiguió la nacionalidad británica viajó por todo el mundo como representante de la marca Dunlop. En 1972 cuando viajaba en una de sus giras y estaba en Lima falleció por un ataque al corazón con apenas 61 años.
Gyözö Braun en la historia del tenis de mesa
Muchos consideran a Viktor Barna el mejor jugador de tenis de mesa que ha existido. A pesar de que Europa estuvo tradicionalmente dominada por los países del Este durante los años 30, y por Japón en los 50, Barna se erige como uno de los jugadores más consumados de este deporte.
Barna, que era judío, ingresó en el Salón Internacional de la Fama del Deporte Judío en 1981. En 1993, también lo hizo, aunque en este caso en el Salón de la Fama de la Fundación Internacional de Tenis de Mesa o ITTF, tal y como merecía por sus logros e historia.
El ITTF reconoció y honró a Barna por su juego excepcional y su contribución al deporte del tenis de mesa en todo el mundo.
- Victor Barna (Hungría) 1911-1972.
- Récord de 40 medallas en Campeonatos del Mundo: (22, 7 y 11).
- 5 veces Campeón del Mundo 1930, 32, 33, 34, 35.
- 8 veces Campeón del Mundo de Dobles: 1929-1935 y 1939.
- Campeona del mundo de dobles mixtos: 1932 y 35.
- Campeón del Open de Inglaterra: 1933, 34, 35, 37 y 38.
- Miembro fundador del Salón de la Fama de la ITTF en 1993.
China y el tenis de mesa
Hoy en día, el título de campeón del mundo de tenis de mesa lo ostentan los chinos, y los logros de Barna siguen siendo una parte importante de la historia del juego tanto de su país de nacimiento como a nivel mundial.
Es tanta la relevancia que desde su muerte varios compatriotas suyos tomaron el relevo. En 1975, en Calcuta, Istvan Jonyer ganó el título individual masculino, antes de que en 1979, en Pyongyang, Hungría se proclamara campeona por equipos.
Este equipo estaba formado por Tibor Klampar, Tibor Kreisz, Gabor Gergely y Janos Takacs. Memorable, sin duda, porque vencieron a China en la fase de grupos y luego en la final.
En cuanto al papel de Barna en la historia de Hungría es notable. De hecho, el balance de su país es de 202 medallas (68 de oro, 58,5 de plata y 75,5 de bronce), sólo superado por China, con 395 medallas (140 de oro, 102 de plata y 153 de bronce).
Está claro que Viktor Barna cambió este deporte para siempre, y su historia es todo un ejemplo de superación que nos invita a conocer su legado que está más vivo que nunca.
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